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martes, 23 de diciembre de 2014

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO

Sabemos que la influencia de factores externos es idéntica para todas aquellas empresas situadas en el mismo entorno competitivo, estando sometidas a las mismas condiciones y, por tanto, a las mismas expectativas de rentabilidad, entonces…: 
  • ¿Cuáles son las razones por las que una gran cantidad de empresas ubicadas en el mismo sector económico obtienen niveles diferentes de rentabilidad? 
  • ¿Qué vinculación tiene esta situación con la creación del conocimiento en la empresa?
La razón fundamental sólo puede ser explicada por las condiciones internas de las empresas ya que las condiciones externas para las empresas son objetivas, independientes y no alterables por las mismas. En este sentido, La Teoría de los Recursos y Capacidades, como corriente más pujante en la actualidad dentro del campo de la Dirección Estratégica, se centra en la noción de la empresa como una combinación de recursos heterogéneos y con movilidad imperfecta.
La teoría de recursos y capacidades” plantea que las organizaciones son diferentes entre sí en función de los recursos y capacidades que poseen en un momento determinado, así como por las diferentes características de la misma y que dichos recursos y capacidades no estén disponibles para todas las empresas en las mismas condiciones. La base de esta teoría es la noción de que las empresas logran un carácter único en virtud de sus recursos heterogéneos. Por tanto, el campo de la Dirección Estratégica se ha reorientado hacia las características internas de la empresa y considera sus recursos internos como el origen de la ventaja competitiva.

Esta teoría nos permite encaminar el análisis interno hacia los aspectos más relevantes del interior social de la organización, en relación con el análisis externo realizado y como base para el planteamiento estratégico general y de recursos humanos posterior. También es una herramienta que permite determinar las fortalezas y debilidades internas de la organización. Y según esta teoría la única forma de conseguir ventajas competitivas sostenibles es a través del desarrollo de capacidades distintivas.

Según Wernerfelt (1984) “la eficiencia adquirida por una empresa es función de los recursos y capacidades distintivas que la misma controla, los cuales son fuente de sinergia y de ventajas competitivas porque provienen del aprendizaje colectivo y exclusivo de la organización que compite en mercados imperfectos” Barney en 1991 argumentó que “los recursos de la empresa incluyen todos los activos, capacidades, procesos organizativos, características de la empresa, información, conocimientos,…que son controlados por ella y que le permiten concebir y desarrollar estrategias para aumentar su eficacia y eficiencia”. Posteriormente en 2001 Barney puntualizó “los recursos son los activos tangibles e intangibles que una empresa emplea para formular e implantar sus estrategias”.

La Teoría de Recursos y Capacidades propone distinguir entre recursos de carácter tangible e intangible, para darle mayor importancia a los segundos en el soporte de la actuación competitiva de la empresa.

Los recursos intangibles, activos que no tienen soporte físico y están basados en el conocimiento y tienen mayor relevancia cuando se integran en capacidades empresariales; sin embargo, pocas organizaciones los identifican y valoran adecuadamente, porque contablemente, las inversiones de esta clase de activos que generan impacto en los resultados de la empresa en el largo plazo, se suelen registrar como gastos. Sin embargo, el conocimiento está siendo reconocido como el más importante activo de la empresa y se están haciendo esfuerzos para definir cómo adquirirlo, representarlo, retenerlo y administrarlo.

Las capacidades” operativas y administrativas se consideran las formas en que los recursos interactúan, están integrados, organizados y se complementan en rutinas organizativas, compuestas por acciones secuenciales, estrechamente coordinadas sin necesidad de una especial dirección o comunicación verbal. (Nelson y Winter (1982).

La creación de capacidades no es una simple unión de recursos, sino que implican complejos patrones de coordinación entre personas, activos y otros recursos. Las capacidades tienen un carácter sistémico y tácito que las hace más difíciles de copiar, por lo que suelen ser una base estratégica más poderosa que los recursos individuales Grant (1991). En suma, se puede hablar de:
  • Recursos, como factores productivos.
  • Recursos estratégicos, como los que sostienen la ventaja competitiva.
  • Competencias, como el resultado de la interacción entre recursos.
  • Capacidades, como la habilidad para desarrollar recursos y competencias
Las competencias” son el conjunto de capacidades de la empresa que poseen mayor potencial para generar una ventaja competitiva y competencias nucleares aquellas que son clave en la estrategia competitiva de la empresa.

Es necesario disponer de recursos distintivos, que sean estratégicos o esenciales, con los que la empresa podrá obtener una ventaja competitiva sostenible y generar el potencial de beneficios. Para la empresa, es necesario poseer recursos superiores y lograr de ellos una eficiencia para mejorar la productividad y competitividad, lo que sucede cuando se usa el mínimo de recursos para un nivel de operación determinado, o se obtiene el máximo de resultados de un nivel dado de recursos. Igualmente, se debe buscar la posibilidad de emplear los recursos existentes en usos más rentables (Peteraf, 1993; Grant, 2006).

Como consecuencia de todo lo anterior, el conocimiento se nos presenta como el recurso estratégico básico, la innovación como la fuente fundamental de ventajas competitivas, la estrategia como la herramienta para crear el futuro, y el liderazgo como el elemento integrador de las dimensiones estratégica y cultural de las organizaciones.

La “Teoría de la Empresa Basada en el Conocimiento” se considera una extensión de la Teoría de los Recursos y Capacidades que ha incidido en la relevancia del conocimiento como factor organizativo esencial considerándolo último responsable de la empresa, así como de su crecimiento. Conceptualiza a las empresas como entidades heterogéneas portadoras de conocimiento y en la que el conocimiento es valorado como el recurso más valioso que puede poseer. 

Esta perspectiva se fundamenta en una concepción de la empresa como depósito de conocimiento, capaz de generarlo y aplicarlo. El valor creado procedente de las personas, el valor generado por la organización y la tecnología y el valor emanado por las relaciones con el mercado y con los agentes sociales, hace que el conocimiento se convierta en el valor añadido de las organizaciones. Su influencia se extiende más allá de la Dirección Estratégica, al abarcar aspectos tales como la coordinación intraorganizativa, la estructura organizativa, el rol de la dirección o los determinantes de los límites de la empresa (Medina, 1998). En definitiva, el recurso básico de la empresa está dejando de ser el capital para pasar a ser el conocimiento.

Grant (1996) ve la empresa como una institución de aplicación del conocimiento, cuya actividad requiere la integración del conocimiento de cada persona con el de otras; aunque su adquisición sea individual, la empresa ha de proporcionar los incentivos y la dirección necesaria para realizar dicha integración. “La dirección se enfrenta al reto de crear y mantener una organización que sea capaz de generar nuevo conocimiento, buscando así que la empresa se convierta en una comunidad especializada en la creación y transmisión interna de éste” (Kogut y Zander, 1992). La idea de que las ventajas competitivas de las empresas se sustentan sobre sus recursos y capacidades ha hecho de la adquisición y explotación de conocimientos un punto nuclear, que lleva a diseñar estructuras y sistemas de incentivos capaces de favorecer el flujo de conocimientos dentro y fuera de la organización. 

Es necesario poder combinar dos aspectos claves: 
  • Por un lado, el facilitar la generación de nuevo conocimiento gracias a la cooperación entre los diferentes componentes de la empresa; 
  • Por otro, la transmisión del conocimiento ya existente entre los participantes de la misma, a través de las ‘rutinas’ (Nelson y Winter, 1982), de lo que la empresa ya sabe hacer, por lo que la forma en que la empresa las diseña, transmite y aplica es fundamental en el proceso de aprendizaje organizativo. 
En definitiva, es necesario estimular la generación de nuevo conocimiento al tiempo que se explotan los conocimientos disponibles.

Finalmente decir que la Teoría de los Recursos y Capacidades se integra con la propuesta de la Gestión del Conocimiento para señalar que el núcleo de las competencias sólo mantiene su valor mediante un proceso de desarrollo continuado en el tiempo, sugiriendo que la calidad dinámica de las competencias es desarrollada a través de un “meta-aprendizaje”, esto es, de la capacidad de aprender continuamente, Lei, Hitt y Bettis (1996).


lunes, 15 de diciembre de 2014

¿VIGILANCIA TECNOLÓGICA vs BIG DATA? (III)

Este artículo es la contestación y síntesis a las respuestas de D. Vicente López Rodríguez , miembro del Grupo de Investigación “Innovación, Propiedad Industrial y Política Tecnológica” Innopro de la ETSII-UPM, en los árticulos “¿Vigilancia Tecnológica vs Big Data? (I) y (II)” de este blog.

Resulta un tanto sorprendente la problemática que supone para las empresas  el disponer de cantidades enormes de datos, así como las dificultades para su tratamiento, además de la lucha contra la “infoxicación”

A este respecto, adjunto un artículo que se titula “SAP: Los decisores tienen dificultades para sacar provecho a Big Data”, donde nos cuenta entre otras cosas:
  • “Un 86% de dichos directivos considera que el personal de sus compañías deberá eventualmente estar conformado por data geeks , un término en inglés que alude a los individuos completamente concentrados en el estudio de la gestión de datos”.
  • "En menos de cinco años, el número de empleados que accedió, dentro de las organizaciones empresariales, a los datos corporativos y los utilizó para procesos de toma de decisiones, aumentó de 33% a 50%. 
Sin embargo, teniendo en cuenta que uno de cada cuatro encuestados le concede una calificación por debajo del promedio a la capacidad de su organización para aprovechar los datos disponibles durante la toma de decisiones, y que:
  • El 31% confiesa no usar o no tener planes de incorporar herramientas de visualización de datos a sus operaciones empresariales. 
Se deduce que las compañías se limitan a compilar y almacenar datos, en lugar de obtener conocimientos y percepciones a partir de estos. Los resultados de la encuesta confirman esta hipótesis:
  • Un alarmante 61% reconoce que los datos corporativos de su organización no están siendo aprovechados a plena capacidad”… 
Por otra parte, queda claro el concepto de Big Data: “El proceso de examinar a gran velocidad grandes volúmenes de datos de una amplia variedad para descubrir patrones ocultos, correlaciones desconocidas y otra información útil, de modo que los resultados del análisis puedan proporcionar ventajas competitivas a las empresas”

También queda claro el concepto de Vigilancia Tecnológica entendida en sus diferentes acepciones:
  • - “Según UNE 166006, la vigilancia tecnológica es un proceso organizado, selectivo y permanente de captar información del exterior y de la propia organización sobre ciencia y tecnología, seleccionarla, analizarla, difundirla y comunicarla, para convertirla en conocimiento, tomar decisiones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios. 
  • - La Fundación para la Innovación Tecnológica COTEC la define como un sistema organizado de observación y análisis del entorno, seguido de una correcta circulación interna y utilización de la información en la empresa, que impulsa la capacidad de claridad y anticipación; es un estado permanente de atención y toma de decisiones ante oportunidades y amenazas del entorno. 
  • - Escorsa (2001) explica que la VT/IC mira sobre todo al exterior de la empresa y tiene un carácter anticipante, ya que "pretende captar señales débiles de lo que empieza a pasar, evidentemente, es necesario asimilarlo lo antes posible y, por lo tanto, busca detectar oportunidades y amenazas". 
Por último, Vigilancia Tecnológica/Inteligencia Competitiva (VGT/IC) es una “disciplina” que tiene como apoyo muy importante la “tecnología” de Big Data. No son campos separados sino que hay una vinculación muy estrecha de ambos conceptos al servicio de la “estrategia empresarial”.

** En el próximo artículo hablaremos de las diferencias entre Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva, si es que las hay...

lunes, 1 de diciembre de 2014

¿VIGILANCIA TECNOLÓGICA vs BIG DATA? (II)

Finalizamos el último artículo sobre Vigilancia Tecnológica “¿Vigilancia Tecnológica vs Big Data?(I)” haciendo las siguientes preguntas a D.Vicente A. López Rodriguez (miembro del Grupo de Investigación “Innovación, Propiedad Industrial y Política Tecnológica” INNOPRO de la ETSII-UPM) :

- ¿Cree que las empresas, viendo las tendencias, se van a saltar el paso de la creación de la estructura de Vigilancia Tecnológica y darán el salto a BigData?

- ¿Ambos conceptos están en planos distintos?

- ¿Debemos prestar especial atención al “análisis de datos” para estar preparados para el futuro inmediato?

- ¿Se debe aprovechar esta tendencia de nomenclatura (Big Data) y compatibilizarla con la Vigilancia Tecnológica de forma que nos permita implicar y captar la atención de los Comités de Dirección de las empresas, y por lo tanto, de toda la empresa, con la finalidad de establecer una verdadera VT y una más eficiente toma de decisiones y estrategia empresarial?


Reproduzco aquí su respuesta de forma literal:

Muy interesante tus consideraciones sobre la relación de la Big Data con los conceptos de VGT/IC. Comenzaría por enunciar una verdad de perogrullo: en los últimos años, el volumen de datos en la red ha crecido exponencialmente y en 2015 se prevé superar la barrera del zettabytes de información. Por otra parte, se está demostrando que la capacidad de manejo de gran cantidad de información se está convirtiendo en una de las mayores fuentes de ventajas competitivas para las empresas, ya que permite comprender el entorno competitivo que les rodea y entender mejor a los clientes para poder ofrecer nuevos servicios y mejores productos (evitando, por supuesto la “infoxicación”), e incrementar el caudal de conocimientos de la empresa, basado en los FactoresCríticos de Vigilancia definidos por la empresa.

La mayoría de las organizaciones tienen que abordar tres problemas que encuentran difíciles de superar:

- Recolectar información relevante y fiable

- Encontrar los datos útiles entre una cantidad sobrecogedora de datos disponibles (filtrado de información curación de contenidos)

- Transformar los datos en información y conocimiento que permita tomar decisiones (análisis de información inteligencia competitiva, Big Data y datamining)

El primero de los problemas se supera con las (enormes) fuentes de información. El segundo de los problemas se resuelve mediante la implantación de un sistema de vigilancia tecnológica que permite filtrar las informaciones relevantes de la irrelevantes (curación de contenidos) y el tercer y último problema es cosa del análisis de datos, la inteligencia competitiva y el data mining. Lo que viene a ser el Big Data y sus aplicaciones.

Si la vigilancia se basa en la captura, procesamiento, diseminación de la información crítica para la toma de las mejores decisiones, y habida cuenta de la súper explosión de la información, las preguntas que siguen son obvias: ¿dónde y cómo almacenamos todos esos datos? ¿Cómo los procesamos? ¿Cómo accedemos a ellos de forma rápida? ¿Cómo los analizamos y podemos obtener valor de todos esos datos? ¿Cómo descubrir qué datos son los realmente importantes? Las tecnologías Big Data intentan dar respuesta a todas estas preguntas. Luego, de ahí se desprende que los dos conceptos no se encuentran en planos diferentes.

El Big Data va más allá de la inmensa capacidad de almacenamiento de la información. Permite analizar exabytes de información y datos no estructurados, extrayendo “las pepitas de oro informativas” para realizar, el análisis preciso que toda organización necesita.

Las tres “V’s” de la Big Data (Volumen, Velocidad y Variedad) le vienen a resolver un problema a la VGT/IC. Es decir, el análisis de Big Data es el proceso de examinar a gran velocidad grandes volúmenes de datos de una amplia variedad para descubrir patrones ocultos, correlaciones desconocidas y otra información útil, de modo que los resultados del análisis puedan proporcionar ventajas competitivas a las empresas y que las herramientas tradicionales actuales de VGT/IC les resulta difícil lograr.

Se están produciendo en la actualidad una buena cantidad de estudios que pretenden establecer esa relación funcional entre la Big Data y la VGT/IC. Uno de los más recientes lo puedes encontrar en “Big Data al Servicio de la Vigilancia Tecnológica", lo que augura una vinculación estrecha de ambos conceptos al servicio de la estrategia empresarial. La tendencia es, pues, a lograr esa vinculación y no verlo como campos separados.

Como habéis podido comprobar la última pregunta nunca me fue respondida:

- ¿Se debe aprovechar esta tendencia de nomenclatura (Big Data) y compatibilizarla con la Vigilancia Tecnológica de forma que nos permita implicar y captar la atención de los Comités de Dirección de las empresas, y por lo tanto, de toda la empresa, con la finalidad de establecer una verdadera VT y una más eficiente toma de decisiones y estrategia empresarial?

Completamente comprensible, sin duda es una cuestión maquiavélica ya que trata de que el fin justifique los medios, pero no podemos negar que uno de los objetivos fundamentales de la Vigilancia Tecnológica es detectar la existencia de amenazas y minimizar el riesgo…, ahora que cada cual se responda y actúe en consecuencia…, por no contestada, esta es la respuesta intrínseca a mi pregunta.